viernes, 2 de mayo de 2014

Sima de Tximua


Sima de Tximua.  Urbasa
Es para mí hoy recuerdo de aquellos días.  Después de subir el puerto de Lizarraga, recorrimos un camino cómodo, entre arbolado, fósiles de aquellos tiempos y, de más cercanos, huellas de romanos que se quedaron en la calzada que por allí pasa para ir de Estella a Bakaikoa.

A la derecha del camino, una posada donde gustamos los quesos allí fabricados. Más adelante, la sima de Tximua.

 Hoy solo bajo a ella por internet. Recuerdo y me asomo a mis fotos; hablo con aquellos compañeros. La bajada (casi 30 metros) la hicimos en rápel; la subida, mediante escalas que habíamos preparado. Quiere decir que ofrece dificultades a los no experimentados.

¿Qué gustáis bajando a las simas?, te preguntan
Siento que es como ver a Dios por dentro, les digo.

 Como meterte en tu interior, hacer silencio y escuchar la gota de agua; el espejo del lago que lo ves, que parece de cristal y no es; mil figuras de caprichos que el hombre no ha puesto en venta; criaturas que ni tocas por respeto.

Si allá arriba, allá afuera de la sima, el hombre respetara de este modo al hombre…
Y me preguntas: ¿Qué nos gusta bajando?

(Las estalactitas nos señalan la situación del lago interior)

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