sábado, 6 de abril de 2019

Mis Peñas arriba


Mis Peñas arriba

Mapa de situación de la zona
El envío de una fotografía que en los años 75 nos sacamos en el pueblo cántabro de Santotís y que nos servía de recuerdo y felicitación en el cumpleaños de uno de los protagonista en este marzo del 2019, hizo en mi recordar los itinerarios que José María de Pereda describe en su novela “Peñas arriba”.

De Reinosa a Tudanca




Desde la Fuente el Chivo el valle de Polaciones con y sin niebla y Peña Sagra
Nuestras andanzas son las misma o paralelas a las rutas apuntadas en la novela.
Nosotros desde Reinosa, acampando por la noche en la Fuente El Chivo. Bajamos al día siguiente por aquellas laderas, atravesando Polaciones.

En esta salida no eran nuestras metas ni Tudanca, ni Santotís. Pero, pasamos por Puente Pumar, el nombre de los “parientes” de Tudanca, los Gómez de Pomar; por San Mamés subimos a Peña Sagra. Al pie de la ermita descansamos y contemplamos paisaje. Completamos nuestra ruta de ese día desde la Virgen de la Luz, Aniezo, Piasca y Bárago, alejándonos de la ruta perediana.

La ruta del viaje de llegada del señor de Tudanca y la que hizo el protagonista con el médico para visitar al señor de la Torre de Proaño debió ser la misma. Con bastante aproximación pudo ser semejante a la nuestra.(decimos ruta porque no había camino). Ellos nombran la ermita de la Virgen de las Nieves y en la ruta de vuelta describen la torre de  Proaño. Posiblemente su ruta de Reinosa a Tudanca fuera más a la derecha, según este mapa, que la nuestra. Hay que dejar libertad a la imaginación del novelista.

La alusión al Tres Mares. 
Las crestas de acceso al Pico Tres Mares
En los primeros días de Marcelo, es invitado a realizar diversas excursiones para conocer la grandiosidad de la naturaleza. Y hay una alusión a la posibilidad de visitar el pico que recibe el nombre de Tres Mares. En la novela queda solo la alusión.
Ese cresterío le recorrimos en puro invierno con alumnos de formación profesional y con alumnos estudiantes de COU.
En un día despejado se nos hizo agradable. Pero, piensa en la inclemencia del tiempo, en las copiosas nevadas, en el tornado con que se toparon y entenderemos el vigor y heroicidad de esos hombres novelados para amparar a su vecino; y la muerte “dulce” de aquellos tres por congelamiento en la cueva, antes de asaltar la casa de Tudanca, su mina de oro.

El Prau Conceju. 
Dirigiéndonos al Prau Conceju desde Santotís
Es el signo del entendimiento entre las gentes de un pueblo. Conocemos signos semejantes, en otros lugares de la Montaña, cuando hablan del “prau del toro”.
En la novela, es el relato de una tradición que perdura.
Nosotros, en la foto, estamos subiendo desde Santotís hacia el “Prau Conceju”.
No eran los tiempos de la siega y no recuerdo hasta dónde pudimos realizar el camino.
Sí nos ha servido la foto en estos tiempos para recordar felices nuestra historia y compartir entre todos nosotros nuestro “prau conceju”.

 La Casona
La casa que habitamos en Santotís en el año 1975. Hoy es la casa La Basna
Por más que se empeñe Pereda en disimular los nombres, ahí queda la novela y la historia de esa Casona, digna de ser visitada.
La señora Sofía trabajaba en nuestro colegio de Santander e insistió en que fuéramos a Santotís. Allí tenía ella una casa y nos la ofreció. Era el año 1975. Fuimos unos cuantos salesianos y un grupito de Scout con Maxi.  Para los que nos ha tocado poner la tienda entre la nieve, la casa era un hotel. El saco de dormir, el suelo de madera, sin la compañía de las vacas en la cuadra, bien juntos para que no se escape el calor, los ronquidos a un palmo de mi oído…sin pegar el ojo ¡qué noche! Pero, felices.
Hoy me asomo al ordenador y veo la misma casa, por fuera y por dentro; la reconozco y es un lujazo. La Basna. Invita a ir y pasar una noche y recordar.
La construcción adjunta, sin arreglar, todavía conserva las mismas tablas de ventana que en mi fotografía.

El nacimiento del Ebro.
El nacimiento del Ebro
Discutirá la comitiva en el camino si el Hijar y el Ebro es el mismo río. Y por qué el Ebro no se animó a acompañar hasta el Cantábrico al Nansa o  al Pisuerga hasta el  Atlántico y no que se nos va al Mediterráneo.
Es admirable el nacedero del Ebro y expresiva la escritura de Menéndez Pelayo
Desde ese Fontibre de hoy divisamos la Torre de Proaño con la descripción de la sabiduría de su dueño, presente en el funeral de Celso.

Cuando conoces estos parajes de la grandiosa naturaleza, se lee con gusto Peñas Arriba.

El hombre y la bestia. 
El oso y las cavernas presentes en aquellos parajes
Una de las escenas más crudas  en la novela es la caza del oso.
Hoy no se entiende la caza del oso, ni del elefante. Hoy no se entiende la lucha entre el hombre y la bestia. Hoy no se entiende el dicho latino "homo homini lupus"; pero se da en todos los continentes con toda su crueldad.
            El relato de Pereda debemos situarlo en su tiempo y en sus circunstancias. Lo ambienta en una de esas muchas cavernas que encontramos en los Picos de Europa.
Nosotros hallamos también en ellas los rastros de la lucha entre los animales.
            La composición de nuestra foto así nos lo puede rememorar. Entramos en las cavernas con cierta inquietud ...osos, lobos, jabalíes...  no te acompañan ni perros, ni escopetas... y sin embargo nos hemos atrevido a entrar... el poder de la aventura... el amor e inquietud por el riesgo... el compañerismo... la amistad...
Él hace esa descripción.

la cocina de la casa
Cocina familiar en un pueblo cercano en los Picos de Europa
El lugar del encuentro; de las tertulias; de hacer amistad y familia.
Donde todas las miradas tienden a converger en el calor de la lumbre.
La vida en la familia, desde esa mesa abatible que parece púlpito y altar; desde la que se habla y en la que se alimenta...
Casona de Tudanca. Que la casa cambie con el nuevo dueño, que se arregle y se remoce; pero que permanezca la cocina, que no se cambie la cocina, dicen.
 Hemos vivida nuestra experiencia mirando a la lumbre de ese fogón que está en la foto. A veces, esperando "la peregrina" ese cestuco con botellas de orujo y otros licores que animan a los acompañantes.
Cuántas historias nos hemos contado. sin medir el tiempo de la noche.

Todo, por una foto que sacamos en Santotís, en el año 1975, en La Basna, junto a Tudanca, leyendo Peñas arriba.