Mis Peñas arriba
Mapa de situación de la zona |
El envío de una fotografía que en los años 75
nos sacamos en el pueblo cántabro de Santotís y que nos servía de recuerdo y
felicitación en el cumpleaños de uno de los protagonista en este marzo del 2019,
hizo en mi recordar los itinerarios que José María de Pereda describe en su
novela “Peñas arriba”.
De Reinosa a Tudanca
Desde la Fuente el Chivo el valle de Polaciones con y sin niebla y Peña Sagra |
Nuestras andanzas son las misma o paralelas a
las rutas apuntadas en la novela.
Nosotros desde Reinosa, acampando por la
noche en la Fuente El Chivo. Bajamos al día siguiente por aquellas laderas,
atravesando Polaciones.
En esta salida no eran nuestras metas ni
Tudanca, ni Santotís. Pero, pasamos por Puente Pumar, el nombre de los
“parientes” de Tudanca, los Gómez de Pomar; por San Mamés subimos a Peña Sagra.
Al pie de la ermita descansamos y contemplamos paisaje. Completamos
nuestra ruta de ese día desde la Virgen de la Luz, Aniezo, Piasca y Bárago,
alejándonos de la ruta perediana.
La ruta del viaje de llegada del señor de
Tudanca y la que hizo el protagonista con el médico para visitar al señor de la
Torre de Proaño debió ser la misma. Con bastante aproximación pudo ser
semejante a la nuestra.(decimos ruta porque no había camino). Ellos nombran la
ermita de la Virgen de las Nieves y en la ruta de vuelta describen la torre
de Proaño. Posiblemente su ruta de
Reinosa a Tudanca fuera más a la derecha, según este mapa, que la nuestra. Hay
que dejar libertad a la imaginación del novelista.
La alusión al Tres Mares.
En los primeros días de Marcelo, es invitado
a realizar diversas excursiones para conocer la grandiosidad de la naturaleza.
Y hay una alusión a la posibilidad de visitar el pico que recibe el nombre de
Tres Mares. En la novela queda solo la alusión.
Ese cresterío le recorrimos en puro invierno
con alumnos de formación profesional y con alumnos estudiantes de COU.
En un día despejado se nos hizo agradable.
Pero, piensa en la inclemencia del tiempo, en las copiosas nevadas, en el
tornado con que se toparon y entenderemos el vigor y heroicidad de esos hombres
novelados para amparar a su vecino; y la muerte “dulce” de aquellos tres por
congelamiento en la cueva, antes de asaltar la casa de Tudanca, su mina de oro.
El Prau Conceju.
Es el signo del entendimiento entre las
gentes de un pueblo. Conocemos signos semejantes, en otros lugares de la
Montaña, cuando hablan del “prau del toro”.
En la novela, es el relato de una tradición
que perdura.
Nosotros, en la foto, estamos subiendo desde
Santotís hacia el “Prau Conceju”.
No eran los tiempos de la siega y no recuerdo
hasta dónde pudimos realizar el camino.
Sí nos ha servido la foto en estos tiempos
para recordar felices nuestra historia y compartir entre todos nosotros nuestro
“prau conceju”.
La casa que habitamos en Santotís en el año 1975. Hoy es la casa La Basna |
Por más que se empeñe Pereda en disimular los
nombres, ahí queda la novela y la historia de esa Casona, digna de ser
visitada.
La señora Sofía trabajaba en nuestro colegio
de Santander e insistió en que fuéramos a Santotís. Allí tenía ella una casa y
nos la ofreció. Era el año 1975. Fuimos
unos cuantos salesianos y un grupito de Scout con Maxi. Para los
que nos ha tocado poner la tienda entre la nieve, la casa era un hotel. El saco
de dormir, el suelo de madera, sin la compañía de las vacas en la cuadra, bien
juntos para que no se escape el calor, los ronquidos a un palmo de mi oído…sin
pegar el ojo ¡qué noche! Pero, felices.
Hoy me asomo al ordenador y veo la misma casa,
por fuera y por dentro; la reconozco y es un lujazo. La Basna. Invita a ir y
pasar una noche y recordar.
La construcción adjunta, sin arreglar,
todavía conserva las mismas tablas de ventana que en mi fotografía.
El nacimiento del Ebro.
El nacimiento del Ebro |
Discutirá la comitiva en el camino si el
Hijar y el Ebro es el mismo río. Y por qué el Ebro no se animó a acompañar
hasta el Cantábrico al Nansa o al
Pisuerga hasta el Atlántico y no que se
nos va al Mediterráneo.
Es admirable el nacedero del Ebro y expresiva
la escritura de Menéndez Pelayo
Desde ese Fontibre de hoy divisamos la Torre
de Proaño con la descripción de la sabiduría de su dueño, presente en el
funeral de Celso.
Cuando
conoces estos parajes de la grandiosa naturaleza, se lee con gusto Peñas
Arriba.
El hombre y la bestia.
Una de las escenas más crudas en la novela es la caza del oso.
Hoy
no se entiende la caza del oso, ni del elefante. Hoy no se entiende la lucha
entre el hombre y la bestia. Hoy no se entiende el dicho latino "homo
homini lupus"; pero se da en todos los continentes con toda su crueldad.
El relato de Pereda debemos situarlo
en su tiempo y en sus circunstancias. Lo ambienta en una de esas muchas
cavernas que encontramos en los Picos de Europa.
Nosotros
hallamos también en ellas los rastros de la lucha entre los animales.
La composición de nuestra foto así
nos lo puede rememorar. Entramos en las cavernas con cierta inquietud ...osos,
lobos, jabalíes... no te acompañan ni
perros, ni escopetas... y sin embargo nos hemos atrevido a entrar... el poder
de la aventura... el amor e inquietud por el riesgo... el compañerismo... la
amistad...
Él
hace esa descripción.
la cocina de la casa
Cocina familiar en un pueblo cercano en los Picos de Europa |
El lugar del encuentro; de las tertulias; de
hacer amistad y familia.
Donde todas las miradas tienden a converger
en el calor de la lumbre.
La vida en la familia, desde esa mesa abatible
que parece púlpito y altar; desde la que se habla y en la que se alimenta...
Casona de Tudanca. Que la casa cambie con el
nuevo dueño, que se arregle y se remoce; pero que permanezca la cocina, que no
se cambie la cocina, dicen.
Hemos
vivida nuestra experiencia mirando a la lumbre de ese fogón que está en la
foto. A veces, esperando "la peregrina" ese cestuco con botellas de
orujo y otros licores que animan a los acompañantes.
Cuántas historias nos hemos contado. sin
medir el tiempo de la noche.
Todo, por una foto que sacamos
en Santotís, en el año 1975, en La Basna, junto a Tudanca, leyendo Peñas arriba.