martes, 25 de agosto de 2015

gormaz



Fortaleza Califal de Gormaz

Es un cerro de 1.057 m de altitud. Sobre él, la fortaleza en la que se alternaron las fuerzas cristianas y musulmanas entre los siglos IX y XI. El castillo anterior, más reducido, es conquistado por los cristianos en el 912. Reconquista musulmana en el 995 y construcción de la inmensa fortaleza por Al Haquen II  en el 955. Los cristianos fracasan en el intento del 975, pero triunfan en el 978. Almanzor se apodera en el 983 y las fuerzas cristianas, de modo definitivo, lo conquistan en el 1059, reinando Fernando I de León.  Su sucesor, Alfonso VI confía al Cid la custodia de la Fortaleza. Está declarado Monumento Nacional desde 1931

Tenía interés y no me ha defraudado. Otros visitantes, con quienes coincidí, manifestaban lo mismo. Llegué al Burgo de Osma y siguiendo la carretera que anuncia a La Rasa, continúo a Navapalos, giro a la izquierda para dirigirme a Vildé. Me paro en lo alto del itinerario porque, a lo lejos, emerge el cerro coronado por la fortaleza. Atravesado Vildé, el mapa me dirige hacia Recuerda. Sigo el curso del Duero y me encuentro con el puente que lo atraviesa. A pie, me subiría a Gormaz. A los caballos mecánicos les está prohibido. Gormáz está a mi izquierda. Busco la carretera SO-160 hacia el Burgo para localizar el tramo que me suba al pueblo y a la Fortaleza. Está en el km. 13’50 de la carretera SO-160. Hay sitio para aparcar.

Nos encontramos en el sur del cerro, ante una muralla de 380 m de longitud, que ocupa toda la meseta. El perímetro del castillo es de 1.200 m. El camino nos ha conducido a la puerta de entrada, que divide a la muralla en dos mitades. 

El  interior de la fortaleza se encuentra dividido en dos espacios.
Espacio de la izquierda. Es el espacio para la tropa y la caballería. Ofrece un aspecto de cuadrilátero irregular: lienzos de muralla en el sur y en el norte, cerrando el oeste con muralla exterior y el este con las torres del Homenaje y de Almanzor, comunicadas mediante muralla interior, que la separa del espacio noble.

En este primer espacio están parte de las 28 torres que defienden la fortaleza; una puerta pequeña en la cara norte; las dos puertas de entrada en la cara sur y un aljibe que recogería el agua para los animales. Destaca la puerta Califal, en la muralla sur, que identifica de por sí el estilo del califato cordobés. El suelo posiblemente oculte espacios no conocidos. Hay indicios. Desde sus puertas, la vista se pierde en el horizonte y se alegra con los colores de la llanada, el silencio del Duero y la quietud del pantano de Vildé. Es una atalaya infinita.

El espacio de la derecha es el destinado a las dependencias del Gobernador, personajes importantes y actividades administrativas. Como el anterior, ofrece un aspecto de cuadrilátero irregular: lienzos de muralla en el sur y en el norte, cerrando el este con muralla exterior y el oeste con las torres del Homenaje y de Almanzor. Es el recinto del último recurso defensivo. Es el Alcázar. Está separado del anterior espacio por un foso situado ante la Torre del Homenaje y la de Almanzor que se encuentran unidas y comunicadas por el interior de la muralla que les une.
  

El acceso al Alcázar es por una doble puerta en forma de codo en la entrada a la Torre del Homenaje. Esta torre está defendida con tres ménsulas dobles. Estaba ocupada por tres plantas y la terraza. En la torre de Almanzor se aprecia una puerta que posiblemente comunicaría con el Palacio Califal. Sala de armas y dependencias en las que se aprecian detalles de construcción y de los pisos. Existe una puerta pequeña en la cara norte para salidas discretas. En el centro, dos bocas de los aljibes capaces de almacenar 100 mil litros de agua.